- Reconocer la alexitimia. No la ignore.
- No trate de corregir las fallas por el castigo o el desprecio.
- Negociar una relación de co-apoyo con una persona no alexitímica (por ejemplo, terapeuta, amigo, compañero).
- Cultivar un sentido más agudo de las necesidades emocionales de otras personas a juzgar por sus señales verbales y físicas.
- Aprender el repertorio más grande de respuestas “adecuadas”, sobre la base de indicaciones de otros, y utilizarlas.
- Tómese su tiempo y paciencia para aprender a reconocer y nombrar sus propios estados de ánimo y sentimientos.
- Tenga cuidado con los amigos que llevan consejos de sentido común. Las sugerencias se utilizan normalmente para las personas con un nivel normal de sentimientos y emociones, y puede que no sea importante para la alexitimia.
A algunos enfermos les resulta útil una rutina predecible y estable, lo que ayuda a minimizar la ansiedad.
